Amor se llama el juego; En el que un par de ciegos Juegan a hacerse daño.

~Todos los días de mi vida.

Mi teoría es que esos momentos impactantes, esos destellos que ponen patas arriba nuestras vidas, son los que acaban definiendo quienes somos. La cuestión es que cada uno de nosotros es la suma de todos los momentos que hemos experimentado con todas las personas que hemos conocido. 
Un momento de amor total, físico, mental y de cualquier otro tipo de amor. Pues esa es mi teoría, que esos momentos impactantes definen quienes somos. Lo que nunca me había planteado es si algún día no recuerdas ninguno de ellos.

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"Yo no me saco defectos, me acepto tal y como soy, con todas mis virtudes y defectos, eso es lo que hace a una persona ser única".

"No te preocupes", prosiguió. "Si alguien tiene la oportunidad de quererte, lo hará por todo, por que eres TÚ." Me abrazó fuerte y sonrió. 

"Le gustará tú físico, no por que sea perfecto, sino por que es único. Querrá oir tu voz, escuchar tu risa o sentir tus latidos del corazón cerca, y tendrá el sabor de tu boca en mente por mucho tiempo."

Se apartó, sonriendo. 

"Al final esos pequeños detalles que te preocupan, solo los ves tú, tienes que aceptar hasta el más pequeño defecto, ese será tu toque personal, lo que te da vida, y tendrás que aprender a quererte, a convivir con esos fallitos, así dejarás que otras personas te quieran, y así querrás más fácilmente".

La sombra del viento.

Poco después de la guerra civil, un brote de cólera se había llevado a mi madre. La enterramos en Montjuïc el día de mi cuarto cumpleaños. Sólo recuerdo que llovió todo el día y toda la noche, y que cuando le pregunté a mi padre si el cielo lloraba le faltó la voz para responderme. Seis años después, la ausencia de mi madre para mí todavía era un espejismo, un silencio a gritos que aún no había aprendido a acallar con palabras.

Sigue sueños; no ordenes.

Los errores son pruebas de que lo estas intentando.

:)

Si vas a llorar que sea de la mera alegría; si vas a morir que sea del gusto, no de la envidia; si vas a matar que sea de susto, no a sangre fría; si vas a echar que sea de menos; si vas a luchar que sea por ello; si vas a perder que sea la vergüenza o tu miedo; si vas a robar que sea un beso; si vas a dejarme que sea sin habla, que se me caiga la baba y no pueda articular palabra; si vas a bailar que sea de todo menos el agua; si vas a romper que sea una lanza a favor del que no pueda avanzar; si vas a mirar que sea por los de tu alrededor, ni por encima del hombro ni a tu ombligo; si vas a pecar que sea de inocente, de callar con un beso, de negar lo evidente; si vas a caer que sea la cuenta y cuenta conmigo siempre como un amigo, lo que intento decir, es que quien sea feliz, lo sea hasta el último suspiro. 

¿Sabes qué?.

Que me alegro, me alegro que de que vallas, de que te importe una mierda. De que tengas "mejores amigas" con las que pasar el rato. Me alegro, de que tengas un novio con quien compartir besos y sonrisas, me alegro de que no me llames, que pases de mi, que ni me mires. Me alegro, de que hayas cambiado, de que no seas la misma. De que mires diferente y te sientas distante. Me alegro, de que comiences el día con una gran sonrisa en los labios gracias a él y no a mi. Me alegro, de que ya no seas mi amiga. ¿Pero sabes qué? Que son todas estas cosas las que más odio. De lo único de lo que de verdad me alegro, es que estas feliz. Aun que no compartas tu felicidad conmigo. 

Enamorate de la persona que te quite el sueño, no la ropa.